La educación en COLOMBIA también ha sido victima de este tipo de acontecimientos perdiendo a varios de sus mentes más brillantes.
Hoy en más de una universidad y colegios, existe en las aulas de clase una o varias sillas vacías y un conjunto de útiles escolares, en medio de un oscuro y desolado ambiente a la espera de ser ocupada nuevamente por su dueño, el mismo a la que le fue asignada en los primeros días del calendario estudiantil por su maestro.
En esta ocasión brindo un homenaje a DANIEL ALFONSO VELAZQUEZ BURITICÁ quien es exalumno de uno de los colegios con mayor nombre en la ciudad de Bogotá, por su excelente nivel Académico y estudiante de ingeniería de sistemas en la Pontificia Universidad Javeriana, en la cual este joven de 20 años era un gran elemento por sus destacados resultados.
El desapareció un lunes 04 de octubre en el año de 2004 a la 1:20 pm en la ciudad de Bogotá, dejando en su familia, amigos y conocidos un inmenso vacío e incertidumbre por su ausencia y al no conocer aun nada sobre su paradero.
HARRY STIVEN RAMOS TORRES
PLASTIDANCE
BOGOTÁ, COLOMBIA
Es triste pensar en tantas personas que mueren a diario absurdamente, víctimas de la violencia, no solo de las masacres, de las tomas guerrilleras, o de tantas y tantas manifestaciones de la violencia generada por la misma violencia. El caso del señor LIBARDO SOGAMOSO BELTRÁN es una de esos ejemplos, un hombre que muere cumpliendo su deber, tratando de evitar un robo a una mujer que acaba de salir de un banco, esa mujer podría ser mi propia madre, quien hacia ese recorrido a diario y tuvo la oportunidad de saludarlo muchas veces. Siempre recuerdo cuando vivi por muchos años en Pablo Sexto, su tranquilidad, la amabilidad de las personas, mis peleas con los celadores, la gente tomando trago y cantando en la plaza o las grabaciones del programa “de pies a cabeza”. Hoy para mí no es muy grato saber que es el sitio de un asesinato más, que la gente mata por un celular, por una bicicleta o a veces por matar. Qué hacer ante esto? No se cual sera la respuesta , para unos es más policía, para otros educación, no dar papaya o qué se yo?
Detrás de cada muerto hay una familia sufriendo, detrás de cada delincuente hay una familia sufriendo…
EDGAR ALVAREZ
Salvo que uno sea deportista, los reconocimientos, los premios, los escalafones muchas veces no significan nada (como decía el maestre Jan svanmajer acerca de preferir que un amigo o persona de su criterio comentara sobre su trabajo que la crítica general). Hoy como amigos intentamos hacer un reconocimiento a los mártires que son víctimas de la violencia que nuestro país carga desde sus mismas entrañas, se trata de lo que les es justo y lo que se les debe a esta gente, que lo único que han hecho es trabajar año tras año a la sombra de unos pocos que oscurecen su progreso y que a menos que un trabajo como este no nos impulse a razonar un poco sobre esto, lamentablemente todo continuará igual.
Hoy no estamos para narrar el cómo unos uniformados montados en garrotes, machetes y piedras se tomaron a sangre fría la vida de más de 15 campesinos y desplazaron a más de 200 familias, pues tan solo ellos que verdaderamente han pasado por estas adversidades como para narrarlas; hoy estamos para aprender que el cargar un fusil sobre las montañas no es ni medianamente igual de “bravo” a tener la fuerza de levantarse con la esperanza de cambiar y continuar la vida a pesar del viento en contra; Esta alma de niño no es más que el reflejo de la esperanza que cargan los abatidos, quienes se levantan día a día en plena grieta de nuestro propio país, en medio del humor negro con que el Colombiano acepta la vida sobre el inesperado devenir.
Román Andrés Avendaño
En varios parajes olvidados de nuestra geografía grupos irregulares siembran el terror de manera continua. En uno de los episodios más trágicos en la historia de Colombia, la lucha por el control territorial, las ansias de poder y dominio recayeron de manera trágica en un pequeño y apartado pueblo llamado Bojayá.
Durante la noche del 2 de Mayo de 2002, en medio del incesante combate cientos de personas, en su mayoría niños, se vieron obligados a refugiarse en la única construcción que permanecía en pie. Como es común en éstos grupos ilegales, el respeto al ser humano nuevamente se hizo inexistente. La guerrilla lanzó de inmediato 4 pipetas de gas sobre aquellas personas y aunque tan sólo una de las pipetas estalló, los resultados no pudieron ser mas devastadores, 78 personas fueron asesinadas, mas de la mitad niños, y un cierto número de mujeres embarazadas.
Mi homenaje es para aquellos seres anónimos que no alcanzaron a conocer la luz del día, pequeños seres que no tuvieron la oportunidad de disfrutar del cálido abrazo de sus padres.
Es una muestra de repudio y rechazo a lo que sin duda alguna se constituye como uno de los actos mas salvajes y barbáricos en la triste historia del conflicto armado en nuestro país.
Javier López Molano
Colombiano en Londres Inglaterra
Imaginarse los hechos de la noche del 11 de noviembre en Segovia es un ejercicio de dolor y tristeza. Lo sucedido allí fue un dibujo que se repitió y se repetiría después; encapuchados armados, listas de muerte, minorías políticas o sociales intimidadas, policías y soldados inadvertidos y el pueblo de siempre que ponía cadáveres en lo que comenzó a ser una moda: Las masacres.
Tal vez sucedió en muchas otras, pero en particular leyendo lo sucedido en Segovia me llamo la atención de tantos detalles siniestros, que muchas de las víctimas fueron personas que andaban por ahí, inadvertidas, sentadas en mesas de bares, festejando el puente festivo, difícilmente sin música y alegría. Nadie espera en una circunstancia así pelear se con la muerte en completa desventaja. Los anónimos, los del común, quienes eran asesinados ilustraron todo el conflicto, lo hicieron en silencio. Los paramilitares empezaban a armar ejércitos, las alternativas políticas de izquierda soñaban, se profundizaba la ideología de la insurgencia, se producía oro en esa zona, terminaban los ochentas y eso parecía solo el comienzo. El país veía el inicio, la transición, los cambios, se sumaban más a los tantos años de violencia, mas muertos, más sangre… Hoy casi 22 años después de solo este episodio no ha habido cierre, el perdón es burocracia, la ley es el olvido, el problema continúa y siempre volvemos al comienzo.
Masacre de Segovia, Noviembre 11 de 1988
CARLOS MACHADO
Bogotá.Colombia
El 4 de mayo de 1998, casi un mes después que muriera mi compañera amiga y esposa, en mi natal país México, pasaba yo los momentos más dolorosos de mi vida, acompañado del fruto de nuestro amor un pequeño de apenas poco más de cinco años de edad, nunca abría de imaginarme que en otra latitud de habla hispana, en Puerto Alvira (Colombia) para ser más exacto.
Ese día ocurrirían los hechos más “horrorosos del que pudiera haberme imaginado”, los paramilitares mataron a 19 personas, algunas de ellas incineradas al prenderle fuego a la estación de gasolina que había en el lugar a donde llevaron a las víctimas.
Un padre pierde en sus brazos a su pequeña de apenas seis años de edad, quien fuera asesinada por un balazo que le atravesó el corazón por los paramilitares cuando su padre trataba de sacarla de aquel infierno.
Yo y mi hijo no pudimos más celebrar el día de las madres, el papá de Angie Carolina Ducuara (q.d) no pudo celebrarle su cumpleaños, al día siguiente pues los 'paras' dispararon al ver la embarcación que huía por el río Guaviare…
Sólo ella murió.
¿quien puede ser capas de vivir tranquilo sabiendo que es el asesino de un niño?
VICKO OLVERA
México DF
Mi trabajo se baso en un video, usado como evidencia por parte de la fiscalía en el caso de la toma del palacio de justicia, el cual revelo que el Magistrado “CARLOS HORACIO URAN” , salió vivo del Palacio de Justicia apoyado en un militar de camuflado y otro de casco; el Magistrado salió cojeando de su pierna izquierda y con saco pero sin camisa.
Lo mas extraño es que al cabo de unas horas su cadáver fue encontrado con una bala en la, cabeza en las ruinas del Palacio.
Según el reporte de medicina legal el magistrado murió por el proyectil en su cabeza, se encontró que su pierna izquierda fue rota en tres partes por las esquirlas lo que explica el porque cojeaba, además intentaron ahumar el cuerpo y lavarlo para borrar evidencias.
Mas curioso aun ,es que los documentos del magistrado aparecieron en una bóveda del ejercito 25 años después, sus familiares y cercanos aseguran que CARLOS HORACIO fue ejecutado y no muerto en el fuego cruzado…como aseguraban algunos.
Lo único que yo puedo decir es que extrañas circunstancias o mejor hechos ajustados al beneficio de unos cuantos….hasta cuando tendremos que sufrir la impunidad de personas desaparecidas o muertas sin tener respuesta alguna sobre los acontecimientos y sobre todo los responsables, es por eso que uno de mis personajes “el soldado de camuflado” hace una seña de silencio.
KARELI ALEK SEGURA
Zipaquira Colombia