Si el respeto a lo que hacemos nos ha sometido durante tanto tiempo a ser prisioneros del silencio y a ser atacados pero no acabados, no es suficiente una expresión escrita, visual, o corporal para resaltar lo vivos que estamos a pesar de todo este mar de daños que no terminaran con nosotros, unidos a una gran idea vivir y sobrevivir ante este enemigo silencioso llamado indiferencia.
CARLOS RAMÍREZ
0 comentarios:
Publicar un comentario